La presidenta Bachelet por su parte, señaló que la derecha podría aportar de sobremanera al proyecto de ley, generando con ello un elemento central de país, que apunta al diálogo y la generación de consensos que son básicos para el nuevo marco regulatorio de la educación chilena.[1] Incluso, las conversaciones entre el Gobierno y la Alianza se han desarrollado más allá del parlamento y llevaron a la propia Ministra de Educación Yasna Provoste a formar una comisión de asesores técnicos y parlamentarios, para consensuar la nueva política educativa del país[2] Entre algunos temas que en dicha comisión se han discutido figuraron: la participación de la comunidad en las decisiones educativas, la calidad, la gestión, el curriculum y el financiamiento [3]
En la misma lógica de negociación y consenso, la Iglesia no quiso estar ajena a la discusión y a través del Cardenal Errazuriz celebró las conversaciones entre el Gobierno y la Oposición, señalando que dichos encuentros eran una gran noticia para Chile, pues siempre es beneficioso para el país que los grupos políticos “adversos” se junten, se sienten a la misma mesa y reflexionen sobre un tema tan importante y con una meta muy clara: “que pueda haber en nuestro país libertad de educación para todos, respetando la libertad de enseñanza, respetando el derecho de los padres de poder encontrar colegios que correspondan a sus valores " [4]
Las negociaciones entre la Alianza y la Concertación por la LEGE, han dejado en claro, una vez más, los nulos o muy básicos intentos por reformar la institucionalidad neoliberal, a través de las tan mentadas comisiones asesoras [5], que tal como la que llevó finalmente la reforma provisional, o la relacionada con las políticas de infancia, no han hecho sino maquillar un sistema marcado por las desigualdades y donde sólo las voces y los intereses de los patrones cuentan.
Por su parte, el Bloque Social por la educación, formado por: Secundarios, Universitarios, Profesores y Apoderados, apuesta coincidentemente con el Partido Comunista a: “la necesidad de cambios profundos en el sistema educacional chileno, que vayan en la dirección esencial de generar igualdad y oportunidades reales, con el Estado en un rol social y solidario, que garantice el derecho a la educación de todos los niños y jóvenes de este país” [6. El Bloque social a través de Pavez agregó que “nos parece insólito que el proyecto de LGE, que no es de nosotros sino de la presidenta Bachelet, no sea defendido por la Concertación y se decida transarlo. El proyecto como está ya tiene muchas insuficiencias, por lo tanto abrirse a este diálogo supone el fin de cualquier esperanza de cambio” [7].
En ese escenario, el presidente del Colegio de Profesores anunció el inicio de una ronda de conversaciones con los actores sociales del ámbito educacional, puesto “que el país debe saber que el anhelo de una educación de calidad para todos no puede postergarse y, para ello, el llamado Bloque Social de Educación debe asumir la responsabilidad de representar la opinión mayoritaria de los chilenos” [8]. Finalmente, este apuesta a realizar un referéndum, donde la ciudadanía se pronuncia frente al tema.
Podemos ver que en el contexto general de discusión de este proyecto de ley de educación, se encuentran ajenos los actores sociales, y reales participes de del mundo educacional. Incluso aquellos que intentaron hacerlo desde la comisión asesora presidencial, prontamente abandonaron dicha instancia, debido a que los sectores tecnócratas y empresariales predominaron en él [9]. Sin duda, la atomización y fragmentación de los sectores populares vinculados al tema de la educación, ha sido una de las principales causas por las cuales dichos sectores no hemos tenido una voz relevante en la discusión, ya que esta se ha desarrollado exclusivamente en el marco de la institucionalidad y los acuerdos cupulares.
La “globalización” de la educación chilena
Otra de las tendencias observadas durante este cuatrimestre, en el ámbito de la educación, fue el incremento de las reuniones ministeriales, con los representantes de diversos organismo internacionales, tales como el Banco Mundial, la Comunidad Europea, y diferentes gobiernos Iberoamericanos –en la cumbre ministerial del ramo- , bajo un denominador común; el especial interés por remarcar el carácter neoliberal de la educación chilena al servicio de las transnacionales y fomentando las áreas económico-sociales que ha dichos organismos les interesa potenciar.
En la reunión sostenida por la Subsecretaria de educación Pilar Romaguera con representantes del Banco Mundial, esta acotó que: “Chile requiere mejorar la calidad de la educación y resolver los problemas de un desigual acceso a la educación de calidad”, y subrayó la importancia de que nuestro país avance en la formación de profesionales de excelencia para contribuir al desarrollo y al crecimiento” [10]. Afirmación que claramente podría interpretarse como la necesidad del capital transnacional de instalar definitivamente en la educación chilena la lógica de la formación de mano de obra barata y escasamente calificada, incluso para los propios fines que dichos organismos se plantean.
La delegación del Banco Mundial, estuvo formada por una mesa técnica cuyo objetivo era dar a conocer cuál es la proyección general de Chile en materias como educación, comercio, energía, transporte, entre otros, con la idea de “potenciar el desarrollo nacional”.
De igual forma, en la Conferencia Iberoamericana de Ministros[11], que se desarrollo en nuestro país durante el mes de Julio en Valparaíso, La Ministra de Educación señaló, que uno de los temas centrales de la reunión debía ser el de la inclusión y la cohesión social a través, de los sistemas educativos, ya que, “Es insostenible que los países de nuestra comunidad, como conjunto o promedio, exhibamos los peores indicadores de desigualdad en el escenario mundial. Es urgente hacer de la educación un instrumento efectivo y prioritario de cohesión social, que está erosionándose por todas partes”[12].
Curiosamente, la propia jefa de la cartera de educación, haciendo un ejercicio de buena memoria y recordando su título de profesora, hace un análisis a todas luces claro, señalando las increíbles asimetrías de nuestras sociedades latinoamericanas y dejando entrever que con la educación se pueden entregar herramientas para la superación de dichas desigualdades. Sin embargo, tanto el gobierno de Bachelet, como sus símiles latinoamericanos - salvo Cuba, Venezuela y Bolivia- están más preocupados de la tecnificación y del servicio al capital, que cumplir con el rol liberador e igualitario de la educación.
Premios Nacionales
Un último fenómeno, que queremos destacar en el presente análisis de coyuntura, es un hecho simbólico, pero que da cuenta del agradecimiento que los patrones realizan a sus teóricos serviles. Nos referimos al otorgamiento de los premios nacionales de Educación al ex ministro del ramo y Doctor en Educación Ernesto Schiefelbein, y de Humanidades y Ciencias Sociales a Manuel Antonio Garretón.
Respecto de Schiefelbein la ministra mencionó: "su importante contribución al desarrollo innovador de la educación chilena y latinoamericana y por su permanente actividad de investigación científica en las Ciencias de la Educación"[13]. En relación al premio de Humanidades y Ciencias Sociales, entregado a Garretón, Provoste dijo que se le entregaba por: “su sobresaliente contribución al desarrollo de las Ciencias Sociales y Humanidades del país, su singular creatividad y permanente producción”[14].
Sin duda, ambos personajes fueron claves en el diseño y la ejecución de la reforma educacional chilena, cuyos resultados están a la vista: mayor inequidad, una abismal distancia entre la educación de los ricos y la de los pobres, y una paulatina, pero sostenida, tecnificación y mercantilización de la educación en general y de las ciencias sociales en particular. El sistema educacional de estos 17 años de “democracia”, le debe mucho a estos personajes y, sin duda, el otorgamiento a ambos del premio nacional, no es sino una muestra de reconocimiento a aquellos que junto a José Joaquín Brunner, Premio nacional de educación en año 1991, son los autores intelectuales del asesinato de la educación chilena.
[2] Reportes de Prensa Mineduc, 6 de agosto 2007.
[3] Ídem.
[4]La Tercera Digital, 17 de agosto 2007. Oficialismo y Alianza plantean elementos de la Ley de Educación en cita con cardenal Errázuriz.
5] La Tercera Digital, 03 de agosto 2007. Los otros Consejos Asesores de la Presidenta.
[6] Reportes de Prensa Mineduc, 6 de agosto 2007.
[7] Web Colegio de Profesores:
http://200.27.90.155/index.php?option=com_content&task=view&id=326&Itemid=2
[8] Ídem
[9] Cfr : TACEP Nº 13, Pag. 6-7.
[10] Reportes de Prensa Mineduc, 23 de agosto 2007
[11] Reportes de Prensa Mineduc, 24 de julio 2007
[12] Discurso de inauguración de la XVII Conferencia Iberoamericana de Educación, Ministra Yasna Provoste. Valparaíso, 23 de julio de 2007
[13] Reportes de Prensa Mineduc, 18 de agosto 2007
[14] Reportes de Prensa Mineduc, 23 de agosto 2007
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